Con rendimientos dispares pero globalmente positivos, la campaña manisera 2025 se consolida como una de las más voluminosas de los últimos años. Córdoba mantiene su protagonismo, mientras que Buenos Aires suma más de 50 mil hectáreas al mapa productivo.
Según detalló el ingeniero Fabián Giraudo, los rindes en zonas como General Cabrera y la traza de la Ruta 158 fueron “muy buenos, incluso con récords históricos”. Sin embargo, hacia el este, en localidades como Ucacha, la sequía dejó su huella y los rendimientos fueron más bajos.
A pesar de estas diferencias, el especialista destacó el gran volumen alcanzado gracias a una importante superficie sembrada, tanto en Córdoba como en otras provincias.
Buenos Aires, con más de 50.000 hectáreas
En la provincia de Buenos Aires, la superficie cultivada superó las 50 mil hectáreas, con una fuerte concentración en el partido de General Villegas, al noroeste provincial. Si bien hay lotes en otras regiones, aún no se percibe una expansión clara hacia el sur. En cambio, se consolida el afianzamiento del cultivo en el norte bonaerense.
Respecto a la calidad del grano, Giraudo aseguró que “es buena en general”, aunque la humedad fue una preocupación persistente durante la cosecha, producto de lluvias intermitentes. Las heladas recientes están siendo vistas como un aliado: aceleran la maduración y permiten avanzar con la trilla.
De todos modos, el mayor problema no fue la temperatura, sino los retrasos entre el arrancado y la cosecha: “Hay lotes que llevan más de 60 días arrancados, cuando lo ideal son entre 15 y 30 días. Eso provoca deterioro de la planta y pérdidas por vainas que no llegan a levantarse bien”, explicó.
Maquinaria al límite y precios en baja
Con una superficie sembrada que ronda entre las 470.000 y 480.000 hectáreas, toda la maquinaria disponible está en funcionamiento. “Aunque se vendieron muchas cosechadoras, no alcanza para cubrir el crecimiento del área”, afirmó Giraudo. Además, los buenos rendimientos ralentizan el ritmo de cosecha, aumentando la presión sobre el sistema.
En cuanto al mercado, el precio del maní bajó, en respuesta al exceso de oferta. Sin embargo, el referente se mostró optimista: “A largo plazo, el cultivo tiene todo para afianzarse”.