Como ocurre cada año y con el fin de asegurar la sustentabilidad, el Ministerio de Producción dio inicio a las inspecciones para asegurarse de que los campos que estuvieron cubiertos con maní tengan ahora cultivos de cobertura para proteger los suelos y recuperar nutrientes.
Técnicos del Programa de Producción Agropecuaria y Arraigo Rural comenzaron las visitas a los agricultores con el fin de dar cumplimiento al decreto Nº 4105 del 2011 y asegurarse que acaten la Ley de Protección y Conservación de Suelos (IX0315-2004), cuya ordenanza establece que la siembra de maní se realice bajo planes de manejo muy estrictos.
Estos planes son elaborados y controlados por ingenieros agrónomos matriculados en el Colegio de Ingenieros Agrónomos y Profesiones Afines de San Luis (CIAPA). La presentación del plan de manejo debe realizarse previo a la siembra de los lotes.
El maní es considerado un cultivo agresivo para el suelo, por eso, en San Luis, que es una zona semiárida susceptible a la erosión eólica, es fundamental un plan de manejo y supervisión de las áreas sembradas para evitar el deterioro que implican las tareas de cosecha.
La implantación del cultivo de cobertura, que casi siempre es de centeno o trigo, y se realiza previo al arrancado del maní, es fundamental porque la manera de cosechar implica que el suelo superficial quede prácticamente desnudo, muy susceptible a las voladuras provocadas por los vientos.
Es decir, la degradación se produce principalmente al arrancar los plantas de la tierra, pues el fruto del maní está enterrado y para cosecharlo es necesario dar vuelta el suelo. Por eso, la superficie, luego de la cosecha, queda con una estructura muy débil, con partículas sueltas y sin cobertura, por lo que queda altamente susceptible a la erosión.
En la campaña 2019-2020 fueron 12 las empresas que presentaron planes para sembrar 9.317 hectáreas con maní. El 23 % de la superficie manisera se realiza en campos con riego intensivo en el norte de la provincia, en los departamentos Junín (5%) y Ayacucho (18%), que tiene un muy buen desarrollo en el corredor productivo que une a Quines con Candelaria. El resto de los campos sembrados con la oleaginosa, o sea el 77% de la superficie, se distribuye en establecimientos sin riego artificial (lo que se conoce como secano), concentrados en los departamentos General Pedernera (82%) y Gobernador Vicente Dupuy (18%).