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90 años de molienda, maní y cultura del trabajo

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Entrevista a Luis Gastaldi, presidente de Gastaldi Hnos. Arrancó en General Deheza en plena depresión, en 1931, produciendo harina de trigo para el mercado panadero. En 1976 sumó el maní, que hoy exporta a 50 países. La fórmula, asegura, es la impronta del esfuerzo que imprimieron sus fundadores.


Cuando empezó a producir maní en 1976, Gastaldi Hnos. llevaba casi medio siglo produciendo harina de trigo para panaderías desde General Deheza. Por entonces, Luis Gastaldi, hijo de uno de los fundadores, tomó su valija y se fue a Europa a vender el nuevo producto.
 
Luego de un mes, volvió decepcionado: había gastado 5.000 dólares y sólo había vendido 18 toneladas. Le contó preocupado a su padre, Ángel, pero este le respondió: “¿Vos crees que las casas empiezan a hacerse por los techos? No, por los cimientos”.
 
Hoy exporta 25 mil toneladas de maní a 50 países y vende harina de trigo a todo el centro y noroeste argentino. Luis (84), hoy presidente de esta empresa familiar que está cumpliendo 90 años, insiste en que la única fórmula es “la impronta que nos dejaron los fundadores del trabajo y el esfuerzo”.
 
–Gastaldi Hnos. festeja los 90 años. ¡O sea que nacieron en plena depresión de la economía mundial!
–Sí, 1931 eran épocas de bolsillos flacos. Aún así se juntaron Antonio, Gabriel, Santiago y Ángel Gastaldi y el cuñado de ellos Luis Macario (su nieto y homónimo es el actual vicepresidente de la firma y expresidente de la Cámara Argentina del Maní) con el propósito de producir 15 toneladas de harina por día.
 
–¿Cómo era armar un molino en aquellos tiempos?
–Iban creando cilindros de distintos tipos de molienda con partes de segunda mano que iban dejando los grandes molinos. Todo “fatto in casa”, como dicen los italianos. No había dinero ni posibilidades de importar. Desconocían lo que era la producción de harina. Pero con puro esfuerzo mancomunado y sacrificio se fueron adaptando.
 
–¿A quién le vendían?
–Principalmente a las panaderías de la provincia de Córdoba, al principio con bolsas de 60 kilos y hoy con bolsas de 25 kilos. Nunca entramos en los supermercados.
 
–¿Cuándo dieron el primer salto productivo?
–En 1978. Ahí decidimos hacer una inversión importante, un molino completamente nuevo, con maquinaria de un fabricante de Suiza. Así llegamos a una molienda de 120 toneladas de trigo por día. A partir de entonces empezamos a vender en Salta, Jujuy y Tucumán.
 
–¿Había más demanda?
–Fuimos creciendo a medida que se podía. Hasta que llegó el día de dar el salto cuantitativo y cualitativo. Lograr una calidad permanente durante todo el ciclo, no andar con altibajos. Habíamos ampliado nuestra zona de ventas sumando a Mendoza, San Juan, San Luis, Santa Fe y todo el interior de Córdoba. Así que en 2003 hicimos otra ampliación para producir 210 toneladas por día y finalmente hace cuatro años llegamos a 350 toneladas por día, eso significa 11.000 bolsas diarias de 25 kilos.
 
–Supongo que no se trata sólo de ampliar el molino, también hace falta infraestructura, ¿no?
–Sí, porque cuando uno ampliaba el molino necesitaba más capacidad para almacenar materia prima. Así que empezamos a hacer espacios para poder hacer las mezclas de trigo y tener una calidad estándar todo el año. Hoy tenemos capacidad de almacenaje de trigo de 88.500 toneladas.
 
–¿Y con eso les alcanza?
–Sí, en alguna medida satisface nuestras necesidades anuales, que son de 100 mil a 110 mil toneladas.
 
–¿Cuántos productores trabajan con ustedes?
–Regularmente son 200. El trigo viene directamente de productores y acopiadores a partir de noviembre.
 
–¿Y cuándo empezaron a producir maní?
–Bueno, previo a eso, en 1948 la empresa empezó a hacer el acopio de cereales y oleaginosas, trigo y maíz, todavía no había soja. De aquella época queremos agradecer muy especialmente a Santa Eufemia y Alcira Gigena por el apoyo que nos brindaron por tanto tiempo; en estos lugares guardo muchos afectos.
 
–¿Esto fue la previa al maní?
–Sí, arrancamos en 1976 con una planta rudimentaria de maní confitería y con una producción escasa. Cuatro años después, ya necesitábamos una planta nueva.
–La empresa crecía con la harina de trigo. ¿Por qué volcarse al maní?
–Con toda humildad, es por el espíritu del trabajo que tenía el grupo fundador. Ellos consideraban que en la vida, para ser dignos, había que trabajar. Este es el legado que nos dieron, la impronta del esfuerzo y la apuesta al trabajo. El primer salto de calidad lo dimos en 1991.
 
–¿Cómo fue eso?
–Incorporamos una planta importada, equipos de secado, silo-celda para almacenaje de maní con cáscara y depósitos de frío. A eso le sumamos después máquinas monocromáticas y bicromáticas, para detectar cuerpos extraños o daños internos. En los mercados del mundo la tolerancia de cuerpos extraños es cero. A nosotros nos audita la British Retail Consortium (BRC). En paralelo, hicimos nuestra primera planta de blancheado.
 
–¿Qué es el blancheado?
–Es el maní sin el hollejo. Pero fue con tanta mala fortuna que a los dos o tres años se quemó toda completa. Pero tozudos como somos hicimos una totalmente nueva en el mismo lugar, que hoy produce 100 a 110 toneladas de maní blancheado, porque lo demanda el mercado.
 
–¿Y cuáles son las últimas inversiones?
–Recientemente invertimos dos millones de dólares. Sumamos lo mejor que había en Estados Unidos, que es el líder mundial. Hoy tenemos 7.500 toneladas de depósito en frío. Ahora estamos incorporando maquinaria nueva para elevar la producción de 150 a 250 toneladas para la próxima campaña, que comienza normalmente en abril.
 
–Incluso este tiempo de pandemia fue bueno para el maní.
–Yo, con mis años, en plena pandemia del Covid iba todos los días a la planta, como siempre. Sobrepasó nuestras expectativas, no pensamos que íbamos a tener una cosecha tan importante, acopiamos 45.000 toneladas de maní, lo que nos permite trabajar hasta abril próximo y empalmar con la próxima cosecha. Hoy exportamos 25 mil toneladas a 50 países.
 
–Supongo que ya entró la tercera generación.
–¡Incluso dentro de poco la cuarta generación! El directorio está compuesto por el vicepresidente, Luis Macario (nieto del fundador), dos directores gerentes, Gabriel y Mariano Gastaldi, y yo que soy el más viejo, jajaja.
 
–Córdoba es el principal productor de maní, ¿no?
–Córdoba es referente. El 96 por ciento de la producción argentina de maní sale de un radio de 350 a no más de 400 kilómetros tomando como epicentro a General Deheza. Es un producto verdaderamente regional; el gobierno nacional debería darle esa calificación y como economía regional debería estar exento de gravámenes. Es la gran lucha del sector.
 
–¿Qué hace que el maní de Córdoba sea tan competitivo?
–Las fábricas de Argentina están al nivel de sus pares de Estados Unidos. La ventaja está en dos aspectos. Primero, el maní argentino está a contramano del ciclo estacionario estadounidense. Entonces, en abril, cuando Estados Unidos está sembrando, Europa prefiere comprar maní fresco de Córdoba. Además, la provincia tiene la mejor tierra para el maní, tierras franco arenosas, semi livianas. Y además, tenemos buenos rendimientos, 60 quintales por hectárea, cuando en la década del ‘70 un nivel excelente era de 30 quintales.
 
–El maní aporta mucho a la economía…
–Claro, el sector emplea a 12 mil personas en forma directa en Córdoba y genera entre 1.000 y 1.200 millones de dólares de ingresos por exportaciones. Esto se debería estimular, porque estamos en desventaja con respecto a nuestros competidores de Estados Unidos, que tienen reintegros.
 
–Es un producto muy consumido en el mundo.
–El maní es un tipo de nuez, de alto valor proteico y más barato que la nuez propiamente dicha, de ahí que es muy consumido en la zona nórdica de Europa y en Estados Unidos.
 
–Pero en Argentina el consumo es bajo.
–Sí, porque la zona de frío en el país, que es la Patagonia, está deshabitada. Así que se exporta 93 a 94 por ciento de la producción.
 
–¿Cuántos empleados tienen?
–Tenemos 200 trabajadores, pero en épocas de cosecha empleamos más gente en forma transitoria. En esos días descargamos en la planta 100 camiones por día, 2.000 toneladas diarias
 
–¿Cómo piensa que será la empresa en el futuro?
–Va a seguir apostando al trabajo, que es lo que sabemos hacer. La tercera generación con mis sobrinos piensan lo mismo. Nosotros siempre estamos observando las dos actividades que creemos muy humildemente conocer, la molienda y el maní. Yo agradezco a todo el personal que ha pasado por la empresa a lo largo del tiempo y a los actuales. Son personas de primer nivel. Y también a los clientes que nos apoyan en las buenas y en las malas. No queremos comernos el mundo, pero vamos a seguir al compás de los tiempos. Es una empresa mediana, pero que sabe lo que quiere hacer.
 
TANGUERO Y VIAJERO
 
Nombre. Luis Gastaldi (84).
 
Casado con. Norma.
 
Hijos. Guillermo (jefe de Logística) y Luciano (encargado de Control de Siembra).
 
Le gusta. El tango (Roberto Goyeneche, Raúl Lavié y Rubén Juárez, principalmente); viajar al Caribe y a Mallorca (España) y la lectura.
 
Empresa. Gastaldi Hnos.
 
Cargo. Presidente.
 
Empleados. 200.
 
El dato. La firma factura un promedio de 6.000 millones de pesos anuales. Actualmente, el maní representa 60 por ciento de sus ventas y la harina de trigo el otro 40 por ciento.
Teléfono. (0358) 405-7100.
 
 
 
Fuente: La Voz del Interior

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Actualizado a: 23/07/2024

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