La historia muestra que el clima le ha jugado malas pasadas al productor en más de una ocasión teniendo que soportar veranos con sequías extremas y en otros casos, excesos de humedad y estrés lumínico como lo fue en la presente campaña manisera. Debido a ello es que el manejo a campo no fue lo único que el productor tuvo que afinar, sino que también la tecnología tuvo que acompañar ese progreso, mejorando los equipos utilizados desde su siembra hasta la cosecha.
En la medida en que nuevas máquinas ingresaban al país, las firmas nacionales que se encargaban de proveerlas al mercado eran también las encargadas de escuchar las sugerencias con las cuales, una máquina de origen extranjero, podría desenvolverse mejor en suelo argentino, ya sea por las características del suelo, climáticas o simples modalidades y costumbres de trabajo.
Un caso testigo de ello es el de Industrias Amadas, que desde hace casi veinte años y de la mano de su principal aliado en Argentina y distribuidor para el Mercosur Cerutti y Sitto, supo tomar ventaja de algo tan simple, pero importante, como lo es escuchar al usuario de la maquinaria, para comenzar lentamente a aplicar modificaciones de modo que las cosechadoras que ingresaban pueden ser mejor adaptadas para los campos argentinos.
“Por aquel entonces las máquinas que ingresaban al país eran las PT Magnum. De aquellos primeros equipos a los que estamos comercializando hoy en día, hubo muchas mejoras. Si bien siempre se trabajó sobre la misma base, se le fueron agregando vueltas, cilindros y se modificaron las plataformas adaptándolas a nuestros suelos”, comentó a TodoMani Franco Luna, gerente comercial de C y S Agro, una firma que trabaja con Amadas desde el año 1995.
El cuerpo de trilla de las Amadas viene de Estados Unidos, pero el resto de los componentes de la máquina como plataformas, sistema de descarga, tolvas, llantas y demás partes se hacen en Argentina. Es por ello que la ingeniería de este tipo de cosechadoras tiene en cuenta varios aspectos, haciendo eficiente su trabajo tanto en años secos como en los muy húmedos. “Cuando Argentina comienza a fabricar sus partes, las cosechadoras que salieron fueron la 2100, 2109, 2110 L y así hasta llegar al equipo que estamos colocando en el mercado actualmente, la 2110 OCS”, destacó Luna.
Los cambios a grandes rasgos que presenta este modelo son las bandas de plataformas, la descarga a cinta (tema que estaba pendiente) y otros cambios puntuales vinculados a la ingeniería de la cosechadora, como vueltas de la máquina y algunos materiales como los dientes, en los que llevan casi tres años de desarrollo en los Estados Unidos con el objetico de que obtengan una flexibilidad determinada y puedan sacar mejor el producto. “Este año se vendieron equipos OCS a través de Argentina y los productores que la adquirieron nos comentaron que es muy superior a los anteriores modelos”, mencionó Luna.
La fidelidad tiene premio, pero para la mujer
El año pasado la firma Cerutti y Sitto lanzo una promoción en donde los primeros cien compradores que adquieran repuestos por diez mil pesos o más, obtenían un número para el sorteo de un Toyota Corola cero kilómetro. La promoción fue de Junio a Septiembre y el sorteo se realizó en el mes de diciembre y el ganador fue el señor “Ignacio Cervino” de Alejandro Roca. Este año la empresa tiene pensado lanzar una nueva promoción, lógicamente que por cuestiones inflacionarias los montos para ingresar al sorteo serán otros, pero desde la firma indicaron que en esta oportunidad el vehículo que sortee no será para el productor, sino para su mujer.