Según publicó el diario La Razón, se pudo conocer el verdadero motivo para la llegada de Elba Rodríguez, la participantes de MasterChef argentina, a Palacio de Gobierno: el presidente Evo Morales piensa contratarla como la nueva cocinera plurinacional.
Se supo que ella apenas escuchó la propuesta respondió: “Y no sé qué decirte, che, dejame pensarlo”. Sin embargo, la mujer hija de cochalas le dio unas cucharas de palo para que él vaya practicando eso de darle vueltas a la olla.
También, la cocinera Elba acomodó su agenda para darle unos consejitos de comida, de los últimos estilos culinarios argentinos, para las próximas elecciones y pidió tiempo para responder a su propuesta. Por ejemplo, le indicó que le ponga menos picante a sus discursos y que le bata más rápido a sus mensajes presidenciales, de aniversarios departamentales o de inauguraciones de canchas. Lo peor, según se supo que le dijo, fue que algunos se duermen como si hubieran tomado una sopa de pescado, cabeza incluida.
Hablaron de la famosa sopa de maní, el plato exitoso de la cocinera. Ella le explicó que era mejor hacer y ser lo más sencillo posible y menos rebuscado. En eso coincidieron ambos, pues a ninguno de los dos les gusta el protocolo y los platos rimbombantes.
Ella le apoyó, sostuvo que él era parecido a su plato ganador y le auguró éxito en la elección de octubre.
Eso sí, como no se puede vivir con sopa de maní por siempre, la MasterChef afirmó que lo mejor era reinventarse para gustar a más gente. Claro que como a una sopa de maní no se le puede poner frutas o algo así, al Presidente no se lo puede enfundar en un smoking porque no va: agua y aceite no se quieren. Entonces se debe saber combinar, pues.
Eso sí, cuentan las fuentes a las que acudió ese periódico, que al hablar de comida afrodisiaca fue él quien le dio algunas clases a la exitosa cocinera. Es más, demostró ser un Máster. Y remató sus enseñanzas con aquello de la comparación del vino, que mientras más añejo está mejor.
Quedaron para volver a encontrarse y entonces ella le dará su respuesta final. Aunque, según las mismas fuentes palaciegas, Elba quizás acepte la propuesta del Presidente. Solo le falta un hervor para que ese acuerdo esté cocinado.