Podríamos decir que hoy en día, Argentina lidera el mercado manisero. Pero el resultado final depende directamente de cómo cierren los números de una cosecha que viene muy retrasada y que depende nuevamente de que mejoren las condiciones climáticas para avanzar rápidamente con la cosecha. Cada semana que pase con el maní en el suelo, será menos producción y menos calidad.
Panorama internacional
“Estados Unidos está terminando de sembrar por ende hasta diciembre no va a ver maní americano. China probablemente va a importar porque ha aumentado su consumo. India tuvo serios problemas con la sequía y no está en los mercados. Brasil prácticamente ya cosechó todo, pero ha tenido problemas de rendimiento y calidad; y Sudáfrica compró maní porque ha tenido problemas en sus contratos por falta de producto” resume Ricardo Díaz, ingeniero agrónomo y consultor privado.
Por ende, hoy más que nunca el mercado está mirando lo que suceda con la cosecha en Argentina porque, además de lo que aporta generalmente, se podrían cubrir algunos baches que dejaron otros orígenes. Es esta incertidumbre la que explica la estabilidad en los precios, que se mantendrá hasta no tener mayor seguridad de con qué volumen y calidad de producto se contará.
Panorama local
En reportes previos a la siembra manisera 2018/19 se puso de relieve la importancia que tenía una buena cosecha 2019. La sequía que impactó casi en un 40% la producción del año pasado, dejó varios eslabones de la cadena de producción financieramente muy jugados y en algunos casos al límite.
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El maní es una de las economías regionales del interior del país que más mano de obra en origen genera. Localidades enteras que dependen de ésta producción que el año pasado se vio muy resentida por la falta de agua.
Además, al venderse casi la totalidad de la producción a distintas partes del mundo, genera muchas divisas. De hecho, después del vino, el maní es la economía regional que más divisas genera. El año pasado facturó casi U$S 650 millones. Imaginemos la importancia que tiene para un país ávido de dólares como Argentina.
Esto explica la vuelta de las retenciones, medida que el propio presidente calificó como un “mal impuesto” pero que se reinstauraba temporalmente como un último esfuerzo. “Las retenciones le han costado al sector manisero argentino la pérdida de competitividad de manera muy marcada. En un momento, la diferencia con otros orígenes productores era de U$D 100 debido a las retenciones, con lo cual el impacto es muy grande” destacó Ricardo Díaz.
Con el 70% de la producción en el suelo, solo resta que el tiempo acompañé para avanzar con la cosecha y que el maní ingrese a las platas para tener una mejor perspectiva. Final abierto.
Precios del Maní
