La representación local del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en coordinación con el Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal (CEDAF) trajo al especialista en oleaginosas, Carlos Blair, para impartir un taller durante tres días.
Se explicó que como parte de los esfuerzos interinstitucionales para mejorar la condición de los productores locales, a través de opciones productivas con cultivos promisorios, el IICA y el CEDAF coordinaron la presencia de Blair para hablar sobre su experiencia en el cultivo de sacha inchi (Plukenetia volubilis Linneo) en Centroamérica y otras regiones.
De acuerdo a una nota de prensa de IICA, el aceite de sacha inchi es considerado como importante para la salud por ser rico en ácidos grasos insaturados (93 %) y tiene el más bajo contenido de ácidos grasos saturados (6,19 %), superando a las oleaginosas utilizadas en el mundo para la producción de aceites destinados al consumo humano.
Según la información, el Centro de Investigación para el Desarrollo Rural de la Amazonía Peruana (Cidrap), establece que sacha inchi es una planta oleaginosa silvestre y trepadora, oriunda de la Amazonía.
Llamada además sacha inchic, sacha maní, maní del monte o maní del inca. Sacha inchi es además un arbusto trepador o rastrero silvestre y cultivado que se adapta a los suelos arcillosos y ácidos. Se desarrolla mejor en suelos cálidos.
Además se afirma que la planta tiene alto contenido de ácidos grasos omega 3, omega 6 y omega 9, y que también contiene vitaminas A y E.
Asimismo, que refuerza el sistema inmunológico, regula la presión arterial. Previene del infarto del miocardio y de la trombosis arterial.
Por igual, según la nota, reduce la tasa de triglicéridos mejorando el riego sanguíneo. Controla y reduce el colesterol, ayuda a perder peso, reduce los problemas hormonales en la mujer, retrasa el proceso de envejecimiento, combate el cansancio, estrés, agotamiento nervioso o mental, insomnio, y aporta en el tratamiento de Crohn (inflamación del colon).
También, tendría efectos protectores durante el desarrollo de algunos tipos de cáncer, su contenido de vitamina E permite prevenir el cuidado del cabello y su caída, mantiene la piel sana, reduce la presencia del asma ante estímulos alérgicos, su propiedad antiinflamatoria ayuda en casos de sufrir de artritis, arterioesclerosis, reumatismo y osteoporosis.
Fuente: El Nuevo Diario
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