En todas las campañas donde los cultivos tienen rindes muy altos, en general se verifican buenas lluvias, aunque esto significa mayores condiciones predisponentes para la acción de hongos y patógenos. En el caso del maní, hay un enemigo muy peligroso, que es la viruela (Cercospora del Maní), que es muy agresiva y está totalmente relacionada a las lluvias de la campaña, produciendo una defoliación en la planta, que después complica muchísimo el arrancado del lote.
La coordinadora del servicio técnico de Basf, Ingeniera Ángela Pérez comentó: “Nos planteamos un módulo técnico donde hicimos una serie de ensayos buscando respuesta a problemas que técnicos y productores venían teniendo. Estamos contentos con la convocatoria porque hay un interés genuino por parte de los productores de resolver estas cuestiones en el campo”.
Si bien los rindes van a ser buenos, esta enfermedad tiene incidencias muy altas en la campaña. “Con respecto al cuidado del maní este año, nos llevamos como experiencia que hay que perderle un poco el miedo a la cantidad de aplicaciones con fungicidas. Uno suele tener esquemas en su cabeza y los años no son todos iguales: Cuando llueve más, tenemos que ver si esos intervalos entre una aplicación y otra se acortan, o si arrancamos antes, o si hacemos más aplicaciones, si queremos llegar con un cultivo sano al momento del arrancado, porque eso es fundamental” destacó la profesional.
Por otra parte, se refirió a la necesidad de no adelantar conclusiones con respecto a la efectividad de un producto, sin antes analizar una serie de prácticas de manejo: “En campañas anteriores quizá no llovía tanto, entonces la presión de enfermedades no era tan grande. En cambio en años como éste, manejarse con un calendario nos pasa factura. Hay que estar encima del lote para analizar que hacer en el momento adecuado. Normalmente se manejan de dos a tres aplicaciones y este año tenemos parcelas con cuatro y cinco aplicaciones. Después habrá que discutir si eso es económicamente viable, pero desde el punto de vista técnico es lo que hay que hacer para llegar al momento de arrancado con un cultivo sano”.
Hay que destacar que debido a las inclemencias del tiempo y como consecuencia de la falta de piso, muchas de las aplicaciones de fungicida se hicieron con avión. Si bien y en algunos casos es la única solución al problema, todavía hay mucho por analizar con respecto a las aplicaciones aéreas con fungicidas en maní.
Novedades
Según la ingeniera Ángela Pérez, el lanzamiento de una molécula nueva en el mercado, necesita su tiempo, y por eso destaca la necesidad de rotar modos de acción para proteger la efectividad de los productos. “Basf es una empresa que invierte mucho en investigación, pero el desarrollo de nuevas tecnologías lleva muchos años y es por ello que decimos que la mejor manera de cuidar un producto o herramienta nueva, es rotar los modos de acción. El año pasado lanzamos Orquesta Ultra, un producto muy superior a lo que se tenía en el mercado, pero tampoco debemos abusar porque después nos termina pasando lo mismo que sucedió con el glifosato y las malezas. Hay que poner distintos ingredientes activos en un programa de aplicación, ya sea de enfermedades, insectos o malezas porque es el pilar fundamental para cuidar esas herramientas y evitar las resistencias a largo plazo” sostuvo.
Los productores opinan
En el marco de la jornada Basf en La Carlota, TodoAgro entrevistó al productor Martín Falco, quien posee unas 1.500 hectáreas en la zona de General Cabrer,a de las cuales destina 200 a ganadería, 150 a maní y el resto a maíz y soja. “Este año sembré unas 150 hectáreas de maní y el resto un treinta por ciento de maíz y un setenta por ciento de soja. Con respecto a la calidad de los suelos en general son buenos, si bien hay micro zonas dentro del campo como lugares más bajos que son de mejor calidad y una parte con médanos que es la que dedico a la ganadería, el resto es bueno” comentó Falco.
Continuando con su relato, explicó que no tuvo grandes inconvenientes, desde el punto de vista sanitario, en la presenta campaña. La duda de siempre es que clima acompañe al cultivo en el final del ciclo porque si no se vería afectaba la arrancada. “En maní hago las superficies que me quedan cómodas, toda la vida lo he hecho porque tengo las hectáreas suficientes como para que cada cinco años entren esas mismas hectáreas. Hay años que por cuestión de precio o alguna coyuntura hago más o menos, depende del mercado” finalizó el productor Martín Falco.
El Campo
La estancia Los Toros es un campo situado a la vera de la ruta nacional Nº8 entre las ciudades de La Carlota y Río Cuarto, al sur de la provincia de Córdoba. El mismo esta administrado por la empresa JIC División Agro quien siembra una 4.500 hectáreas de maní, en el sur de Córdoba.
JIC es una sociedad que nació hace 6 años en la localidad de Alejandro Roca. Se dedica principalmente a la siembra de maní haciendo alianzas estratégica con Aceitera General Deheza. Este año la superficie sembrada ronda las 4.500 hectáreas en una zona que comprende desde la Ruta 35 hacia el este, Vicuña Mackenna, Río Cuarto, Reducción, Alejandro Roca y Canals.
El ingeniero Carlos Becerra, asesor de JIC División Agro le describió a TodoAgro, las principales características del lote: “Este lote tiene bajísima presencia de viruela. Se sembró la primera semana de noviembre, vino bien en el ciclo hasta mitad de diciembre y después tuvo una seca en enero, lo que hizo que se alargue un poco el ciclo. Se hicieron tres aplicaciones de viruela y de acompañar el clima, llegamos muy bien al arrancado”.
Por otra parte, destacó que la presión de enfermedades esta directamente ligada a la historia manisera de los lotes y a la zona. Por este motivo, Becerra explicó que la empresa privilegia los campos que no han tenido maní en por lo menos cinco años, como antecesor, porque allí la presión de inóculos es ínfima.
Por Luciano Aguilar – Redacción TodoAgro
Precios del Maní
